domingo, 12 de enero de 2014

PROBLEMAS DE CONDUCTA EN LA INFANCIA

La desobediencia, las rabietas, el negativismo..., constituyen parte de los trastornos de conducta más habituales durante la infancia. Estos problemas pueden resultar muy molestos para los padres dado que suelen suponer un desafío a su autoridad y control. Estos problemas, lamentablemente, lejos de disminuir suelen ir incrementándose en magnitud y frecuencia y lo que es más significativo: la edad de inicio cada vez es más temprana. 

¿QUÉ ES EL SÍNDROME DEL EMPERADOR?

 El conocido Síndrome del Emperador describe aquellos niños que se constituyen como verdaderos tiranos en su relación con los padres. Son exigentes, intolerantes y pueden llegar hasta la agresión si se les contraría en sus demandas. Son niños que no admiten el no y tienen dificultad para controlar sus emociones.

-Según Javier Urra (Psicólogo de la Fiscalía de Menores de Madrid y autor del libro "El pequeño dictador"), "si tienes un niño pequeño que hace lo que quiere, que a los dos años no ayuda a recoger los juguetes, que jamás se pone en el lugar del otro, aprende que la vida es así y la madre es una bayeta que sirve para ir detrás de él. Si eso no se frena, cuando tiene 16 o 17 años se desborda".

PRINCIPALES PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO EN LA INFANCIA

DESOBEDIENCIA, NEGATIVISMO Y RABIETAS


A) El niño desobediente

La mayoría de padres no tendrá dificultad para definir o expresar lo que entienden como "desobediencia".  Los episodios de desobediencia pueden forman parte de un desarrollo "normal" del niño en ciertas edades. Para establecer el punto de corte entre la normalidad y la patología deben tenerse en cuenta la frecuencia de estas conductas y su gravedad. 

- La desobediencia puede ir acompañada o no de otros elementos disruptivos como las rabietas o el negativismo. Más adelante se explican algunas de sus posibles causas y varias técnicas para intentar combatirlas. 


B)  Las Rabietas
Las rabietas son expresiones con las que algunos niños muestran su desacuerdo u enfado con alguna situación concreta y normalmente durante la interacción con algún adulto significantivo (padres, abuelos, etc...). Las rabietas son normales en un determinado del desarrollo del niño (alrededor de los dos o tres años) y deberían ir desapareciendo a medida que el niño se hace mayor para desaparecer completamente hacia los cinco o seis años de edad. 

Sin embargo, algunos niños, ya con cierta edad, saben que tener rabietas supone una forma rápida y eficaz para alcanzar sus deseos o caprichos. Por su parte, los padres saben que satisfaciendo al niño, éste se calma rápidamente y se evita el bochorno de la pataleta, especialmente si se produce en algún lugar público. Evidentemente, a la larga, este tipo de actuación por parte de los padres sólo consigue perpetuar el problema. 


Pautas a seguir en caso de rabietas puntuales:

- El consejo general es ignorar al niño cuando se produce la rabieta . Es importante que los padres, en ese momento, no pierdan la calma y que actúen con firmeza, negando el capricho o la demanda, pero a la vez sin alterarse, sin gritar ni reñir. 

- Las riñas y discusiones con el niño sólo hacen que el niño consiga su objetivo que es tener control sobre nuestra conducta.

-Si la rabieta ha sido de cierta magnitud puede utilizarse la técnica del "coste de respuesta" o "tiempo fuera" en la que el niño recibe una consecuencia negativa por su acto (retirada de algún beneficio o se le aparta por un breve tiempo, por ejemplo, a su habitación). Posteriormente, una vez calmado, se puede hablar con el niño y explicarle que por ese camino no va a conseguir nada, al tiempo que se le explica en qué situaciones  sí podrá recibir sus demandas (cuando efectúe ciertas tareas o comportamientos adecuados).

Para tener un mayor control sobre el comportamiento, es muy importante que los padres y otros familiares cercanos (abuelos, hermanos mayores, etc...) actúen de igual forma ante las demandas excesivas del niño. La complicidad y perseverancia de los padres en su interacción con el niño es esencial para su control. 

c) El niño negativista
-Entendemos como tal a aquel niño que "siempre dice no".  Una de las posibles causas de tal comportamiento, reside es que el niño ha aprendido a que negándose a colaborar o a obedecer ordenes puede evitar la realización de tareas que no son de su agrado. Al igual que sucedía con el "niño de las rabietas" el resultado de su conducta (el librarse de hacer aquello que no le gusta).

-Muchos padres dan por sentado que su hijo ha nacido así : "que le vamos a hacer..." e incluso son capaces de establecer comparaciones con otros miembros de su familia : "ha salido como su abuelo...". Sin embargo la conducta puede ser modificada.

 RESUMEN Y PAUTAS DE ACTUACIÓN:

  • Está claro que no hay dos niños iguales y, por tanto, las mejores técnicas para paliar los problemas de conducta serán aquellas que nos funcionen bien en cada caso o niño.
  • Las conductas inadecuadas pueden ser consecuencia de multitud de factores (internos, externos). Es habitual que se presente algunas de ellas dentro del ciclo evolutivo "normal", pero hay que consultar al profesional cuando estas son de mayor frecuencia o magnitud de lo esperado por su edad o son perseverantes en el tiempo.
  •  Dedicar más tiempo juntos desde edades muy tempranas. El juego es un elemento esencial. 
  • No tan sólo es cuestión de estar más con el niño. Préstele mayor atención cuando efectúe las conductas adecuadas y exprésele su satisfacción verbalmente. Igualmente, trate de no dársela cuando presente episodios de rabietas o exigencias de caprichos.
  • Es importante el estilo educativo de los padres. Se desaconsejan modelos totalmente autoritarios o que, contrariamente, no desempeñen ningún control sobre sus hijos.
  • Hay niños con temperamentos "más difíciles" que otros y que probablemente necesitarán estrategias de intervención a medida.
  • Es importante dar un buen modelo de comportamiento a nuestros hijos, ya que los niños aprenden mucho de lo que ven a diario.